Cómo elegir tu set de mate, cómo curarlo y cómo cebar
---Hoy logré hacerme un tiempo
como para ponerme a hablar con ustedes y con… Lector (por si no lo recuerdan es
mi molesto amigo que me acompaña en todas nuestras charlas).
--- ¡Hola! Ya sé que me
extrañaron, por eso les digo que estoy bien, estos días le estuve enseñando del
mate a este…
--- Callate, todos sabemos que
es mentira. Y bueno, hoy nos toca hablar de cómo preparar un buen mate.
Pregunta que la mayoría de nosotros alguna vez nos hemos preguntado, otros la
hemos dado por obvia; como Lector, pensamos que era calentar el agua, poner la
yerba en cualquier recipiente, encajar
la bombilla, y listo, un mate. No, para nada, diría yo que preparar un buen
mate es muy complicado; me atrevo a decir que es un arte.
--- Puuuuf, arte. Vos no sabés
lo que es el arte. Vincent van Gogh, John
Lennon, Joan Miró, ¡Justin Bieber! ¡Esos son artistas de verdad! Sus
producciones sí son arte, no como… tu mate ese.
--- Miralo de otro lado Lector,
en mi opinión, depende del punto de vista de cada uno. De chico, pensaba que
hacer un mate es prácticamente simple, lo es si no sabés tanto de este.
Elegir una buena yerba, un mate con buena pinta y material,
curarlo, conseguir la temperatura justa del agua, y mucho más son pasos
necesarios como para hacer un mate que sea digno de ser llamado “un buen mate”.
--- Bueno, te voy a dar una oportunidad. No me
decepciones.
--- Muchas gracias mi amigo, la verdad que me sorprende ver un poco de interés por la vida de tu parte.
--- Muchas gracias mi amigo, la verdad que me sorprende ver un poco de interés por la vida de tu parte.
--- …
--- Bueno ---me rio en mi
mente---, los materiales de los mates se dividen en naturales y sintéticos. En
los naturales están los de calabaza y los de madera. Las calabazas se cortan de
diversas formas, dependiendo del gusto del dueño. Los mates de madera son
hechos con árboles de maderas duras, como el algarrobo, el apacho, el caldel, o
el naranjo. De sintéticos, existe una gran variedad: de vidrio, de porcelana,
de metal y de silicona, entre otros.
--- ¿Y cuál me conviene elegir?
--- Y, depende de tu gusto y
necesidad. Los naturales tienen la ventaja de un mejor y tradicional gusto y su
gran variedad de sabores, en el caso de los de madera, cada árbol tiene un
sabor característico que pasa a la yerba. La “desventaja” es que hay que
curarlos (más adelante hablaré de esto) ¿Por qué en comillas? Porque esto
también es una ventaja, lo podés curar dependiendo de para qué lo vayas a usar, mate dulce o amargo.
Por otro lado, tenemos a los sintéticos. Estos son más
duraderos y resistentes, no hace falta curarlos y, en el caso del vidrio y la
cerámica, son excelentes para la degustación de yerbas, ya que no le transmiten
sabor a la yerba, dejando su gusto propio.
--- Pero… ¿Qué es curar un mate?
--- Aaaah, pensé que sabía eh.
Curar un mate es prepararlo para su futura utilización ¿Por qué es necesario
eso? Porque los mates de material natural tienen poros en su superficie, si no
se los “sellan” curándolos, las resinas van a afectar al gusto de nuestra
futura infusión, lo hace más débil y se puede formar moho y mal olor.
--- Depende,
primero tenés que pensar para qué vas a usarlo, si mate dulce o mate amargo.
En el caso de mate dulce, hay que
humedecer el interior del mate con agua tibia, echar dos cucharaditas de azúcar
(blanca o integral), agitar bastante para que el azúcar se adhiera a las
paredes del mate y dejar secar sin mover. Cuando el mate esté seco, tenés que
introducir dos brasas muy pequeñas, cubrir la boca del mate con la palma de la
mano y agitar unos minutos hasta que las brasas se apaguen, luego, vaciar el
mate y repetir la operación. Al terminar, se debe enjuagar el mate con agua
caliente, sin hervir, llenarlo con yerba usada y agua caliente, dejarlo así
durante una noche. Luego de 24 horas es necesario cambiarle la yerba para
evitar la formación de moho. Esto se debe repetir por al menos cinco días
(mientras por más tiempo se haga es mejor).
--- ¿Y
para el mate amargo?
--- Casi
se me olvida, se cura de la misma forma pero sin hacerla parte del azúcar y las
brasas. Falta algo… ya tenemos el mate listo para usar ¿Qué falta? ¡Ah, la
bombilla! Lo primero que uno pensaría sería: “Puedo usar cualquiera, total son
todas lo mismo” ¡No! Es muy necesario elegir una bombilla de buena calidad, una
de baja calidad (especialmente las que están bañadas con algún metal) puede
transferir restos de partículas de sí misma con el desgaste; además es
necesario pensar en cuánto va a aislar el calor del agua, para no quemarnos los
labios.
--- ¿Y cuál me conviene usar?
--- Te noto muy interesado, me alegra eso. El
material más conveniente es la “alpaca” un metal bastante económico y
duradero, en su defecto, se puede utilizar aluminio o acero inoxidable. Por
otro lado, también se pueden utilizar las clásicas bombillas de caña, si querés
copiar a los guaraníes (esta cambia levemente el gusto del mate).
Otro aspecto a considerar es el largo
de la bombilla, este va a depender del mate que la acompañe. Si sos muy
quisquilloso como yo, tiene que sobrepasar aproximadamente ocho centímetros la
boca del mate.
--- ¿Y se limpian? Digo, por los palitos que
le entran… para destaparla.
--- Para su limpieza, si se puede desarmar, simplemente dejamos correr agua
fría por sus extremos. Si esto no es posible, te recomiendo comprar un alambre
fino e introducirlo por la boca de la bombilla y así sacar la yerba que entró.
Un gran problema, que lo uno a lo
acabás de preguntar, es que muchas bombillas se tapan. Es cierto que muchas de
ellas son propensas a que les pase eso, pero, no las culpemos. En la mayoría de
los casos, señor cebador, es su culpa. Un mate bien hecho no se tapa. Deje de
culparlas y asuma su responsabilidad. Aviso que luego hablaremos de cómo
preparar un buen mate.
--- Bueno, ¿y la yerba?
--- La yerba ya la conocemos, estudiamos su fabricación y zonas de
producción, pero tenemos que elegir una: Despalada, con palo, sin polvo, con polvo, que el yuyo, que
la naranja, energética, orgánica, etcétera. Existen yerbas de todo tipo para
cada consumidor.
Lo que sí, es importante destacar que es sumamente necesario, a diferencia de lo que la
mayoría piensa, es que la yerba tenga los tres componentes principales: hoja, palo
y polvo. Las hojas le dan sabores, los palos los equilibran y el polvo los
fusiona y les da suavidad y espuma.
--- Ah, mirá. En la propaganda de una yerba decía
que venía sin polvo…
--- No. Es un invento para
vender. Hablando de cantidades, para a un verdadero mate suave se recomienda
una yerba 30% palo y 70% hojas. En cambio, para un mate más intenso, tiene
que tener un 90% de hojas y el resto de palo.
--- No, para nada. Mirá, por un
lado tenemos a las yerbas compuestas (con hierbas), que pueden tener tilo,
boldo y cedrón, entre muchas otras.
También tenemos a las yerbas saborizadas, con limón,
naranja, pomelo, etcétera. Es muy importante revisar el empaquetado ¿Por qué?
Porque muchas yerbas pueden contener saborizantes artificiales, que son muy
dañinos para la salud.
Para tereré, se recomienda utilizar una yerba con una
molienda bastante gruesa, ya que el polvo de la molienda fina, sumado con el
agua fría, obstruye la bombilla.
La yerba mate barbacuá, una no tan conocida pero con una
gran sabor, es una yerba que pasó por un proceso en el que las hojas son
expuestas al calor del fuego de leña durante todo un día. Este, le da a la
yerba mate un ligero sabor ahumado propio de las maderas utilizadas durante el
secado de las hojas.
Por último, la yerba orgánica, mi preferida. Para su
elaboración se tiene en cuenta el cuidado del medio ambiente. Desde la siembra
hasta la cosecha, se evita la utilización de agroquímicos y la utilización de
recursos renovables. Tiene un gusto extraño, intenso, diferente a las normales
del supermercado. Tiene la cualidad especial de que uno la puede tomar en
cualquier momento del día, sin que arruine tu estómago. Uno para de tomarla y
no para nunca más. Lo único malo de esta yerba es que, como todo producto orgánico en
nuestro país, es extremadamente cara, comparándola con los competidores del
chino.
--- Ahora, ¡Listo! Ya soy un genio en el
mate.
--- Y… no te quiero pinchar el globo,
pero, lamentablemente, no hay una receta exacta, pero yo creo que tengo la
respuesta: Con experiencia.
Tu primer mate va a ser un desastre. Es muy probable que
primero el agua esté fría, la vas a calentar más y se te va a hervir. Se te va
a lavar rápido, probablemente en 5 cebadas. Pasa el tiempo y vas
dándote cuenta de qué hacés mal y cómo mejorarlo, prueba y error.
Pero te puedo dar datos si querés: Primero caliento la pava, a fuego moderado para que no se
caliente muy rápido. Tenés que ir conociendo a tu pava, te puedo decir que, en
la mía, la tapa empieza a moverse a causa de la presión del vapor; en ese
momento está a la temperatura ideal. Si tenés la suerte de tener una pava con
termómetro, la temperatura ideal es a los 65ºC.
Lo mejor que podés hacer es ir agregándole agua a la yerba a
medida que esta se calienta, así la yerba se va a lavar más lento (esto es
gracias a que la yerba se calienta de a poco).
--- ¿Y cómo pongo la yerba?
--- Es simple, tirás la yerba
en tu mate (llenás ¾ del recipiente) y luego tapás la boca con la mano y lo
sacudís de manera horizontal, despacio lo pones en posición vertical, vas a ver
que la yerba va a quedar inclinada (más cantidad de un lado que del otro).
--- ¿Y luego?
--- Luego, tenés que meter la
bombilla por la pared del lado en que
haya menos yerba, empujándola hasta que la bombilla toque fondo. Es importante
acomodarla en una posición cómoda para sorber, ya que esta se tendrá que quedar
en esa posición por toda la cebada (gracias a esto la bombilla no se tapará).
Con el mate preparado y el agua a su punto, tiramos la
última en el lado en el que haya menos yerba, gracias a esto esta no se lavará
tan rápido, ya que no se mojará toda en la primera cebada.
Como consejo personal, te recomiendo cambiar la yerba cada
15 cebadas, no tirarla toda, solo un poco del lado en que empezamos a cebar.
Luego de esto se debe cambiar la bombilla a otro lado (el que contiene yerba
lavada), y cebar de este.
Y bueno, eso es todo lo que te
puedo decir Lector, lamentablemente no sé más.
--- Creo que con eso es más que
suficiente.
--- Entonces, Lector, lectores,
espero que les haya gustado este post que nos toca hoy. A mí sorpresa escribí…
1900 palabras, y contando, luego de tres horas. Que suerte que no tenía tarea…
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