Historia de nuestra bebida nacional, el mate
Hoy, siendo mi primer post, me doy el gusto de escribir
sobre una de las cosas que más me apasionan en este mundo: el mate. Esta
infusión tan maravillosa me acompaña a toda hora, todos los días. Tengo que
admitirlo, realmente soy un adicto al mate.
---¿Pero de qué?
¿De qué, específicamente, nos viene a hablar este loco? Mucho mate esto, mate
lo otro, toda zaraza.
---Bueno, ignoren a
mi compañero, por cierto, se llama Lector. Hoy, para responder a su crítica,
hablaremos del mate y su historia. Comencemos:
--- Naaaa que asco,
se tragaban toda la yerba.
---Probablemente,
bueno, sigamos: Ellos cuentan que Tupá, uno de sus dioses, obsequió la planta a
los avá (un subgrupo del pueblo guaraní) y les hizo saber que es necesario
chamuscar las hojas apenas cosechadas exponiéndolas un instante a las llamas
directas del fuego, sin quemarlas. A esto lo llamaban "sapecá", que
significaba para ellos "abrir los ojos".
Ya con la llegada
del hombre europeo, los jesuitas lo vieron con dos caras. Al principio, cada
vez que un guaraní tomaba esta infusión, estaba haciendo un pacto con el Diablo
(supongo yo que por el significado místico que le otorgaban al mate). Luego, al
ver que podían lucrar con la venta de la “yerba”, esto se transformó
mágicamente en un regalo de Dios al hombre.
--- Che, re
capitalistas estos jesuitas.
--- Y... bueno,
fueron piolas pero, pará, no me interrumpas más. Gracias a la rápida expansión
de este producto, gran parte de las familias del Virreinato empezaron a
consumirlo, desde las más ricas, hasta las más pobres. En nuestro país, la
burguesía lo tomaba en pequeñas calabazas decoradas con oro y plata, sumando la
clásica bombilla que pasó de ser de caña (guaraníes) a metal (colonias). Un dato interesante es que, en un principio,
éstas eran de caña (como ya dije), pero, lo que filtraba la infusión eran pelos
de cola de caballo ubicados en el extremo inferior.
--- Ahg, ¡Que
asco!
---Te dije que no me interrumpas.
--- Uh, perdón.
--- Bueno, a fines de siglo XVIII, luego de la
expulsión de los jesuitas, los yerbales se fueron perdiendo como explotación
productiva. Su reposición se hizo difícil porque se desconocían los métodos que
habían permitido a los jesuitas producir la germinación a escala industrial.
Solo algunas
colonias de los actuales Paraguay y brasil lograron producirla en masa,
vendiendola a precios inalcanzables.
En la Argentina, el
paisajista argentino Carlos Thays, investigó los métodos de germinación de las
semillas.
En 1895 Thays
recibió las primeras semillas y gajos de yerba mate. Los gajos no sobrevivían
pero observó cómo maduraban las semillas en el aparato digestivo de las
gallinas, entonces, creó un método que imitaba a la naturaleza al hacerlas
germinar sometiéndolas a una prolongada inmersión en agua a elevada temperatura.
Ya en el siglo XX,
Brasil se centra en la producción de café (que era más rentable) y, por lo
tanto, Argentina se convierte en el principal productor de yerba mate.
Y bueno, esa fue la historia del mate, espero que les haya gustado, y que, por qué no, se hayan divertido.
Hola, mientras tomaba unos ricos mates leía tu historia o tu blogspot. ME ENCANTÓ, cuando crees que lo sabes todo sobre el mate te das cuenta que había mucho más! ,Gracias fue muy interesante y atrapante. FELICITACIONES! !!!!
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